Waqar Gillani, de Pakistán, en el punto de mira

A.

A. Vivo en Lahore, Pakistán. El país tiene una población estimada de 180 millones de habitantes.

La ciudad es conocida como la capital cultural de Pakistán. Es famosa por su comida, su arte y su animada gente. También es conocida por su arquitectura de las épocas mogol y británica.

A.

El islam suní es, con mucho, el más numeroso. También hay una minoría significativa de cristianos, así como algunos sijs, hindúes y parsis (o zoroastrianos).

A.

Intolerancia religiosa y violencia por motivos religiosos. Por muchas razones, no existe una narrativa contraria a estas fuerzas destructivas.

A.

He realizado varios reportajes sobre extremismo religioso y violencia. He cubierto leyes islámicas controvertidas que a veces la mayoría musulmana utiliza indebidamente contra otras minorías religiosas o incluso contra otros musulmanes. A veces se hace para saldar cuentas personales o apoderarse de propiedades. He escrito sobre cuántos paquistaníes han sido asesinados o multados con el pretexto de las leyes musulmanas sobre la blasfemia.

A.

Llevo más de una década informando sobre religión. A medida que he ido informando sobre distintos temas, me he ido dando cuenta de que la religión es el verdadero tema subyacente a muchas cuestiones. Creo que los medios de comunicación pakistaníes y de todo el mundo deben prestar más atención a las cuestiones religiosas.

A.

A veces es difícil por la sensación de falta de protección, seguridad y protección. Es fácil para algunas personas en Pakistán etiquetar a un periodista, alegando que es un agente occidental o estadounidense.

Además, algunas personas convierten cada cuestión religiosa en un conflicto sectario. A menudo es difícil obtener la información y los hechos adecuados de todas las partes.

Trabajar en los medios de comunicación en lengua inglesa, o para la prensa extranjera, también puede ser difícil. Muchos pakistaníes dudan de los medios extranjeros. Y para ser sinceros, a veces algunos periodistas de medios extranjeros exageran.

A.

Es importante porque los mayores conflictos actuales en el planeta se basan en la religión. Esto es especialmente cierto en lo que respecta a los musulmanes frente a los miembros de otras religiones, en particular cristianos, judíos e hindúes.

Es necesario crear equilibrio, promover la neutralidad y el diálogo sobre cuestiones religiosas. Debemos hacer un llamamiento a la coexistencia y a la búsqueda de puntos en común mediante una información imparcial sobre la religión.

A.

Haciendo más preguntas sobre la religión. Teniendo en cuenta los puntos de vista de todas las partes. Hablando de los puntos en común entre las personas y separando los aspectos culturales relacionados con la religión. Destacando los avances positivos y creando un espacio para el debate.

A.

Internet da muchas pistas para las historias. Pero muchas veces la información de Internet es parcial o exagerada. Lo mejor es tomar estas fuentes de Internet pero no fiarse sólo de ellas. Hay que investigar bien los hechos antes de tomarlos en serio.

A.

A través de la IARJ, podemos hablar de mejorar los estándares de la información religiosa. A través de distintos programas, debates y foros, podemos hablar del valor de la neutralidad y el equilibrio periodísticos.

A.

La IARJ debería patrocinar debates públicos sobre cuestiones religiosas y ofrecer cursos breves sobre puntos y temas concretos relacionados con la información sobre religión, comparando cómo se hace en todo el mundo.

Podemos animar a más periodistas a cubrir temas religiosos de forma sincera y abierta, por el bien de la paz y la belleza de este mundo.

Creo que todos deberíamos vivir y dejar vivir. Creo que todos los profetas, religiones e ideologías aspiran en última instancia a la armonía social, la justicia social y los derechos humanos.

No quiero que las religiones se conviertan en autocracias y teocracias. No creo que debamos pelearnos entre nosotros ni imponer nuestros puntos de vista a los demás.

A.

Pescado a la parrilla. Y pasta con nata y pollo.

A.

Miami y San Francisco en EE.UU. y Oslo en Noruega.

A.

Violín. Y música sufí.