La era digital ofrece numerosas y magníficas oportunidades para transmitir información justa y precisa sobre religión a audiencias de todo el mundo. Los nuevos sitios web que ofrecen noticias sobre religión ofrecen más alternativas a escritores y lectores, y los medios de comunicación tradicionales están desarrollando mayores habilidades en el uso de Internet y las redes sociales para ampliar su influencia. Los recursos electrónicos y los nuevos medios de comunicación proporcionan a los periodistas un acceso inmejorable a los datos sobre religión y ofrecen la posibilidad de una cooperación mundial eficaz entre los periodistas que escriben sobre cuestiones de fe y vida pública.

Por encima de todo, hay que animar a los periodistas religiosos. Aunque la tecnología automatice muchas otras tareas de los medios de comunicación, el contenido original es más importante que nunca.

A continuación se ofrecen algunas ideas para tener en cuenta:

Normas de contenido

A medida que se multiplican las opciones para obtener noticias, lo que diferencia a un periódico, un sitio web o una cadena de televisión de otra es la calidad y el interés de las historias que cuentan. Todas las oportunidades tecnológicas que ofrecen los nuevos medios se quedan en nada si los medios no tienen contenidos que sean significativos para los lectores.

Los periodistas capaces de contar historias convincentes sobre religión encontrarán todo el trabajo que puedan manejar.

Las historias importan

La primera pregunta que deben hacerse todos los escritores es por qué esta historia es importante para su público. Antes de empezar a escribir o incluso de presentar tu historia a un editor, determina qué hay en tu artículo que sea lo suficientemente nuevo, interesante o importante como para que un lector necesite abrirlo y dedicar su tiempo a tu obra.

Empieza por preguntarte: ¿Por qué querría leer esta historia? Si no encuentras una respuesta convincente, ten por seguro que los demás tampoco la encontrarán.

La calidad es el trabajo 1

Una trampa que hay que evitar en la era digital es la tentación de primar la cantidad sobre la calidad. La Web facilita y abarata la difusión de cantidades ilimitadas de información. Pero los lectores tienen más opciones y elegirán las historias que capten efectivamente su atención.

Usa tu imaginación creativa

Una de las principales razones por las que los medios tradicionales han tenido problemas en los últimos años es que no han reconocido el cambio fundamental de poder hacia el consumidor de los medios informativos. Medios como la prensa y la televisión, que antes podían ofrecer las mismas historias de las mismas formas, se están encontrando con que sus audiencias los abandonan por otros sitios que les proporcionan el contenido que desean.

Poca gente leerá un reportaje que describa el programa de una nueva mezquita o sinagoga, o las decisiones internas de una organización religiosa. Pero los periodistas religiosos que encuentren la forma de hacer atractivas las historias sobre la fe prosperarán en la nueva era de los medios de comunicación.

Encuentre formas de conectar la religión con la vida cotidiana de los lectores. Esto puede hacerse informando sobre nuevas investigaciones que demuestren la relación entre las prácticas religiosas y la felicidad o una mayor esperanza de vida, o artículos que documenten la relación entre la persecución religiosa y el terrorismo.

Aunque los editores insistan en calendario periodismo - Hacer historias con motivo de festividades religiosas como el Ramadán o la Pascua judía: aproveche estas oportunidades para elevar las expectativas mostrando historias de fe convincentes.

Sé agresivo

Como ya se ha indicado, hay muchas personas, entre ellas directores de periódicos, que reducirían el periodismo religioso a la cobertura ceremonial de las principales confesiones. Es más fácil evitar la polémica dejando de lado la religión que arriesgarse a ofender o encender las pasiones de los lectores abordando un tema tan personal y emotivo.

Pero también es peligroso y una abdicación de nuestra responsabilidad profesional. Como demuestra la reciente agitación en Oriente Medio, enterrar la tensión no hará que desaparezca. Tampoco sirve al interés público.

Lo que sí sirve al bien público es informar con imparcialidad y precisión sobre cuestiones como la persecución de las minorías religiosas, la compleja relación entre religión y política y el modo en que la fe motiva el cambio social y personal.

Personal pero no partidista

Desde el extremo opuesto, otro reto al que se enfrenta el periodismo religioso actual es la tendencia a adoptar un papel de defensa. El declive de las publicaciones de gran tirada y el desarrollo de publicaciones periódicas más pequeñas dirigidas a públicos específicos aumenta la tentación de alimentar las actitudes populares de los principales lectores en lugar de desafiarlas con reportajes independientes.

Algunas cadenas de noticias por cable ven la manera de aumentar sus ingresos incrementando su atractivo para las audiencias liberales o conservadoras. Cada paso en esta dirección puede ser autodestructivo. Lo que tenemos que ofrecer, por imperfectos que siempre hayamos sido, es una institución que se esfuerza por informar de la verdad y confía en que los individuos interpreten la información por sí mismos. Cada vez que alteramos las noticias para ocultar, evitar o manipular la verdad, violamos la confianza del público.

La equidad es importante

Informar sobre todas las partes implica mucho más que el enfoque demasiado típico de encontrar extremistas en uno u otro bando y permitirles que sean los portavoces de un asunto. Significa hacer el trabajo duro de iluminar las luchas que experimentan las mayorías de la población en cuestiones que van desde la sexualidad a la libertad religiosa.

También significa ser sensible a las muchas y diferentes expresiones de fe en cada una de las principales religiones del mundo. Los periodistas de religión tienen que estar al tanto de los distintos movimientos y de las diversas interpretaciones de la doctrina para ayudar a los lectores a entender por qué esto es importante en su comunidad.

Sé inteligente

Ser agresivo no significa correr riesgos indebidos. Todos respetamos el valor de los periodistas que informan en lugares como Irak, Libia o Costa de Marfil. Sin embargo, hay que tener en cuenta su seguridad personal.